Estos días se ha publicado el ranking mundial de las mejores escuelas de liderazgo. Se valora como estas influyen de forma positiva en las metas profesionales de sus participantes y en la aportación de talento para sus empresas. No tengo nada a objetar. Pero, ¿es realmente aquí donde se incide particularmente en el desarrollo del talento?
Aunque no lo creamos, la mejor Talent School para estos futuros líderes se encuentra en la familia. La familia es el primer agente educativo con el que interacciona el niño, donde se asientan valores, siendo una fuente esencial de experiencias afectivas, sensoriales, cognitivas y sociales. La familia sienta las bases del desarrollo del talento, así como las bases neuronales que van a dar configuración a desarrollo personal.
En este sentido, la familia es el atelier donde se identificará, promoverá y desarrollará gran parte de los talentos que nos hará crecer a nivel personal y profesional de mayores. Y es que una adecuada gestión por nuestra parte como tutores, determinará gran parte del desarrollo positivo o negativo del talento de nuestros hijos.
Así, crear escenarios de aprendizaje que orienten la curiosidad de los niños y niñas para crecer en capacidades innatas, donde promover la persistencia, esfuerzo y valoración positiva, proporcionando un refuerzo positivo sobre sus resultados, son la base del auténtico potencial y futuro no solo de nuestras empresas, sino también de la sociedad de la que formamos parte.
Mi recomendación: empecemos a apostar por el talento en casa. Universidades y escuelas de renombre serán un plus que ya escogerán nuestros hijos si llega el caso 😉
